"La reforma del mercado de trabajo sigue siendo la
piedra angular de cualquier estrategia de crecimiento y competitividad en
Francia", reza el informe de la OCDE sobre este país publicado este mes de
noviembre, con la justificación de que este país “ha perdido competitividad” en
los últimos años. Concretamente, afirma que Francia ha perdido cuota de mercado
en las exportaciones, en parte por una progresión de los salarios más rápida
que la de la productividad, y advierte de que, mientras otros países europeos han
reducido tras la crisis sus costes laborales unitarios (por ejemplo, esto ha
ocurrido en Irlanda, Grecia, España y Portugal) en Francia han seguido
creciendo.
A nuestro juicio, esta forma de razonar refleja claramente
las limitaciones de la forma de abordar el problema de los desequilibrios por
cuenta corriente y de la estrategia de política económica que se está aplicando
en la zona euro, en la que se pretende utilizar las devaluaciones salariales
competitivas como vía para mejorar la competitividad… ¿en todos los países a la
vez?